El Atolón Rangiroa, un paraíso en la Polinesia Francesa


Pocos lugares en el mundo concentran tanta belleza como la Polinesia Francesa, ¿no crees? Este conjunto de islas del Océano Pacífico es uno de los destinos más turísticos y la verdad es que no es para menos. Cada una de ellas supone un verdadero paraíso donde la naturaleza parece no tener límites: islas desiertas: puestas de sol, danzas con tiburones, acuarios naturales…

Las islas más visitadas y también las más explotadas turísticamente son Tahití, Moorea, Huahine y Bora Bora. Sin embargo, hay otros rincones menos conocidos que también suponen un auténtico paraíso terrenal como, por ejemplo, Rangiroa, situado en el archipiélago Tuamotu. ¿Te gustaría conocerlo?

Rangiroa, con una extensión de 70 kilómetros cuadrados, es el atolón más grande de la Polinesia Francesa y el segundo del mundo. Cuenta con una laguna inmensa, tanto que parece un mar propio. Es como si fuera un mar dentro de un mar que solo está comunicado con el océano exterior por unos pequeños canales de los cuales dos son navegables: los pasos “Avatoru” y “Tiputa”. Su laguna de aguas cristalinas es increíblemente bella, aunque aún más espectaculares son sus más de 240 isolotes que no superan los 400 metros cuadrados.


Además de ser el destino perfecto para el descanso y el relax, es un lugar muy apreciado por los buceadores de todo el mundo, ya que cuenta con un fabuloso espectáculo de todo tipo de vida marina: peces martillo, peces tigre, mantas gigantes, tiburones, delfines….

Rangiroa cuenta con lujosos hoteles y constituye un destino turístico para relajarse en sus increíbles playas y disfrutar de la vida marina. Una genial forma de hacerlo es en el Kia Ora Resort & Spa, un fantástico hotel dando disfrutarás de todas las comodidades.

¿Te animas a visitar Rangiroa?

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