Lo más habitual es que te hablemos de playas paradisíacas situadas en climas tropicales o mediterráneos. Sin embargo, hoy queremos cambiar un poco de rumbo y hablarte de un rincón que no te asombrará por sus altas temperaturas ni por su arena blanca, sino por sus formaciones rocosas y su famoso arco. Se trata de Dorset, un condado ubicado en el Sudoeste de Inglaterra sobre el Canal de la Mancha. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad y allí se han encontrado restos de dinosaurios, por lo que es conocida como la Costa Jurásica.
Con más de cien kilómetros de costa, no es de extrañar que Dorset tenga un buen número de playas de las que disfrutar. Sin embargo, lo que hace este rincón tan especial es la diversidad en el aspecto de éstas, donde podrás encontrar desde bancos de arena hasta increíbles calas circulares con espectaculares formaciones rocosas.
Allí encontrarás playas familiares muy buenas con premios, incluyendo la deseada Bandera Azul. Además, hay algunos puntos populares de surf y podrás hacer diferentes actividades a lo largo de esta larga costa.
Su designación como Patrimonio de la Humanidad proviene por la situación geológica del área y las formaciones de las rocas. Sin duda, la mezcla de playa, arena y rocas lo convierten en un lugar único para los visitantes que quieran disfrutar de unas vacaciones tranquilas. Sin embargo, es muy importante tener cuidado del baño y seguir las señales adecuadamente, ya que hay zonas que pueden llegar a ser muy peligrosas.
En las playas de Dorset podrás conseguir la relajación absoluta. Dos de las más conocidas son las certificadas Bournemouth y Studland. Además, allí podrás disfrutar de los sabores frescos del marisco local o salir en busca de fósiles de dinosaurio.
