Todos hemos fantaseado más de una vez con la idea de disfrutar de unas vacaciones de relax en una de esas paradisíacas playas vírgenes de finísima arena blanca y aguas cristalinas, uno de esos destinos caribeños donde el clima, el paisaje y el gran ambiente nos ayudan a cumplir ese sueño.
Isla Saona es uno de estos lugares, un destino de la República Dominicana en un increíble estado natural no demasiado alterado por el turismo.
Si te gustaría saber más de ella atiende, porque a continuación te dejamos más detalles y algunas impresionantes imágenes… ¡para dejarte boquiabierto!
Con 110 kilómetros cuadrados, Isla Saona es la más grande de las islas adyacentes a República Dominicana y forma parte del Parque Nacional del Este de la provincia de La Altagracia. Esto garantiza que, de algún modo, tanto su flora y fauna como sus espectaculares playas han sido protegidas del abuso de los grandes hoteleros y empresarios dedicados a la explotación turística.
Las kilométricas playas de la isla son algo sencillamente fuera de lo común, una de esas imágenes de portada de revista con las que hemos soñado miles de veces: suave arena blanca, aguas coralinas color turquesa y un entorno desolado donde abundantes palmeras y cocoteros te permitirán descansar del intenso sol del Caribe son los responsables.
Por si no fuera suficiente, Isla Saona también cuenta con algunas cuevas y yacimientos arqueológicos además de un montón de especies de aves que podrás avistar durante el día o un espectacular fondo marino del que podrás disfrutar en sus piscinas naturales… ¡para que veas que hay algo más que hacer que relajarte en la playa!
La isla solo cuenta con dos asentamientos urbanos, por lo que si quieres disfrutar de una jornada de sol y playa a la española deberás dirigirte a los poblados de Mano Juan o Catuano.