Tossa de Mar es sin duda uno de los destinos de sol y playa más hermosos de todo el litoral catalán, y es que además de las magníficas características de las playas de la Costa Brava tiene un entorno agradable y tranquilo para el turismo.
Si quieres desconectar un fin de semana aprovecha para conocer esta ciudad y algunas de sus preciosas playas… ¡Te encantarán!
– Sa Futadera: Una peuqueña calita de apenas 100 metros de longitud donde se combinan la fina arena dorada y los bolos. Aunque es difícil llegar hasta ella, merecerá la pena pasar el día rodeado por un precioso entorno natural protegido por altos acantilados y verde vegetación.
– Cala Bona: Si la anterior era pequeña esta pasa al rango de diminuta, y es que apenas hace 20 metros. Posee arena dorada y rocas, un oleaje moderado y un grado de ocupación media. Tranquilo, porque a pesar de sus dimensiones encontrarás un chiringuito donde tomar algo fresco.
– Cala Giverola: Esta playa semiurbana ya comienza a estar más concurrida, ya sea por su entorno, por su arena dorada o porque su acceso no es tan complicado.
– Cala Llevadó: Una playa de bolos y arena que además de excelente para el baño también lo es para la práctica de deportes náuticos.
– Cala Pola: Es la pequeña playa de un núcleo urbano, por lo que acostumbra a estar bastante llena. No obstante, si llegas a tiempo podrás disfrutar de su preciosa arena dorada, de sus aguas cristalinas y de un fondo marino que merece la pena observar.
– Cala Salionc: Una playa de aguas color turquesa y arena dorada de apenas 80 metros de longitud. En su entorno se mezcla la urbanización con un entorno boscoso de verde vegetación y pinares.
El Codolar, Porto Pi, La Palma, Santa Maria de Llorell y especialmente la Platja Gran (de la que ya te habíamos hablado) son otras playas que merece la pena visitar.