Blanes es un municipio conocido como el portal de la Costa Brava. Es la primera playa de la Costa Brava y está a pocos kilómetros de Barcelona, motivo por el cual sus playas se llenan cada día en los meses de verano.
La mayoría de sus playas son perfectas para darse un chapuzón, si bien es cierto que unas son más rocosas que otras. Lo que todas comparten es el buen ambiente que se respira.
Cala Sant Francesc
Cala Sant Francesc es sin duda alguna mi favorita. Mide unos 200 metros de longitud por unos 35 metros de anchura. Está rodeada por pinos y es de arena fina de color dorado. Es una de esas playas que se han ganado la bandera azul por su limpieza, motivo por el cual más de un bañista aprovecha para hacer snorkel. Yo lo hice en una ocasión y repetiré la experiencia en cuanto pueda.
Platja Blanes
El concepto de Platja Blanes es totalmente distinto. Es una playa de arena fina de unos 625 metros de longitud por unos 40 metros de anchura. Es ideal para ir con la familia y no suele ser complicado encontrar un hueco para colocar la toalla, a menos que estemos en pleno agosto y queramos estar cerca de la orilla. También ha sido galardonada con bandera azul, por la calidad del agua y por los servicios que ponen a disposición de los bañistas. Está adaptada para personas que se mueven con silla de ruedas.
Cala Punta de Santa Anna
Aunque no es tan popular como las dos anteriores, en verano suele llenarse. Es más pequeña, ya que solo mide unos 80 metros de longitud por unos 25 metros de anchura. Puede que no sea la mejor playa para ir con niños pequeños, ya que es más bien rocosa. Eso sí, para practicar snorkel es perfecta.