Los Ángeles, California. Conocemos sus playas y su paseo como si hubiésemos pasado unas vacaciones allí, y es que llevamos viendo en cientos de películas y series americanas.
Por eso cuando lleguemos a las playas de Santa Mónica o Venice Beach el lugar nos va a resultar vagamente familiar y a la vez espectacular: aquello que una vez sólo veíamos a través de la pantalla se ha convertido en realidad. Pisamos la dorada arena de su playa, sintiendo el cálido sol californiano y siendo controlado por los auténticos ‘vigilantes de la playa’ americanos.
No es que se trate de una playa espectacular por su belleza o un entorno natural de ensueño, no, la magia de estas playas lo encontrarás en el ambiente que las rodea, con surferos, deportistas haciendo musculación al aire libre, morenas patinadoras por el paseo marítimo, y las tradicionales patrullas amarillas. Es aquí donde se rodó la famosísima serie de ‘Los vigilantes de la Playa’ y el lugar en el que a menudo podremos encontrar a famosos paseando, tomando el sol o quizá cenando en algún restaurante.
En realidad, las playas de Santa Mónica y Venice Beach son una misma playa dividida en dos, por lo que podemos pasar caminando de una a la otra (eso sí, un buen rato).
La playa de Santa Mónica se sitúa a sólo 30 minutos del centro de Los Ángeles, y podría decirse que es su playa principal. Uno de los atractivos de la zona es el muelle, en el que se encuentra el pequeño parque de atracciones que tanto hemos visto en las películas.
Venice Beach tampoco es una playa espectacular, aunque como la anterior es una playa con muchísimo ambiente y una gran variedad de actividades deportivas: en su paseo hay canchas de handball, voleibol, baloncesto o pistas para ciclistas, además de tiendas y restaurantes.
Si pasas por allí, ¡no olvides visitar la mítica ciudad de ‘Baywatch’!