Hace unos días te hablábamos de algunas de las increíbles playas de Turquía, un país a menudo olvidado por el turismo de sol y playa que sin duda alguna no ha descubierto todavía sus encantos… En esta ocasión te animamos a dar un paso más visitando algunas de las islas del país, auténticos paraísos para todos los sentidos.
¿Quieres disfrutar de unas vacaciones en un destino distinto a los tradicionales? Entonces echa un vistazo a lo que te contamos.
Las Islas de los Príncipes o Kizil Adalar se encuentran cerca de la costa de Estambul y están compuestas por un archipiélago de nada menos que nueve islas, que se mantienen comunicadas con la costa turca gracias a un servicio diario de ferry.
Como ya intuirías su nombre no es casualidad, y es que proviene de que estas islas suponían el exilio de los miembros de la realeza durante el periodo bizantino. En los últimos siglos la zona se ha convertido en un importantísimo núcleo turístico, pero no tanto para alojarse en ellas sino más bien para visitar la zona durante un día o dos… Si te apuras, sin embargo, tendrás tiempo de recorrer la hermosísima isla y disfrutar de sus idílicos paisajes en uno o dos días.
La más grande y popular de estas islas del Mar Mármara es la de Büyükada, aunque más allá del tamaño posee prácticamente las mismas características que el resto de islas de la zona como por ejemplo Kinali, Sedef, Burgaz o Heybeli: naturaleza salvaje, entornos poco (o nada) urbanizados, increíbles playas de fina arena blanca o dorada y aguas cristalinas y por supuesto un clima fenomenal durante los meses a partir de la primavera y hasta entrado el otoño.
En las islas no están permitidos los vehículos a motor, por lo que para visitarlas lo mejor es alquilar una bicicleta o contratar un carruaje durante un par de horas, por ejemplo.