No todas las playas de Menorca son tan populares como Cala Mitjana, Cala Macarella o Cala Galdana. Son algunos de los nombres que más suelen pronunciar los trabajadores de los hoteles de la isla a la hora de atender a turistas que piden recomendación antes de coger el coche para plantarse en un arenal de ensueño.
Visitarlas está muy bien porque no decepcionan, a menos que andes buscando un ambiente más relajado, con menos turista compartiendo la arena a pocos centímetros de distancia. Sin embargo, yo siempre recomiendo escaparse a playas menos conocidas como Sa Mesquida, que está cerca de Mahón, en la costa norte de Menorca.
Cómo llegar a Sa Mesquida
Llegar no es nada complicado. Puedes hacerlo en coche desde Mahón tomando la ME-3 hasta llegar a Sa Mesquida. En unos 10 minutos te plantarás en el aparcamiento que hay justo al lado de la playa, pudiendo dejar el coche sobre asfalto si vas pronto o en un pequeño descampado de tierra si se te han pegado las sábanas.
Desde Ciudadela también puedes ir a atravesando toda la isla. Tendrás que ir dirección a Mahón y emplearás una hora de tiempo aproximadamente. ¿Qué significa eso? Que no deberías ir expresamente a Sa Mesquida, sino que puede ser un buen plan para dos o tres horas de entretenimiento y relax antes de visitar la capital de Menorca.
No es una playa tan concurrida como las del sur
Hablo de relax porque no suele ser una playa muy concurrida. En julio es muy fácil encontrar huecos para poner la toalla cerca de la orilla, si bien es cierto que en agosto la cosa se complica un poco más. En cualquier caso, es una playa relativamente tranquila.
Perfecta para los amantes del snorkel
Al meterte en el agua te darás cuenta de que no es como otros arenales. No es de las que te permiten recorrer 50 metros con el agua hasta la cintura. En Sa Mesquida el agua cubre bastante a los pocos metros. Es ideal para practicar snorkel por sus fondos rocosos, e incluso es apta para la práctica del submarinismo por alcanzar los 40 metros de profundidad sin tener que alejarse demasiado de la orilla.
Socorrista y un par de chiringuitos
En lo que a servicios se refiere, hay que decir que no le falta socorrista y que hay dos chiringuitos con precios decentes para disfrutar de un refresco, un batido o un helado. También hay un restaurante con mucha solera llamado Cap Roig que ofrece unas vistas privilegiadas del lugar.