Nos vamos hasta la Cataluña más virgen para conocer algunas de sus playas más salvajes. Son lugares a los que no han llegado las infraestructuras turísticas y en los que la belleza natural perdura sin alteraciones ni intervenciones.
Cala Fonda (Tarragona)
Esta playa virgen tiene 200 metros de longitud y 25 de anchura y es conocida también como Waikiki. Carece de cualquier tipo de instalación para sus visitantes ni tampoco tiene servicios para los usuarios, y en ella es posible practicar el nudismo. Puedes llegar desde la playa de la Mora y desde la playa Larga.
Cala Tavallera (Port de la Selva)
Esta es una de las zonas más salvajes de la Costa Brava. Esta cala se ubica a unos dos kilómetros de Port de la Selva y llegarás a ella por un sendero. Eso sí, te esperan unas dos horas caminando por el Cap de Creus, aunque la recompensa bien merece la pena. Aquí hay un refugio para pasar la noche si te apetece disfrutar de la magia del anochecer y del amanecer en este espacio virgen.
Playa de Sa Sabolla (Cadaqués)
Cala solitaria a la que también llegaremos si damos un bonito paseo. También puedes acceder en barca o en kayak, por ejemplo. Está cerca de Cadaqués y nos regala un paisaje natural totalmente virgen con rocas de pizarra.
Playa del Trabucador (Sant Carles de la Ràpita)
Esta playa se ubica en Sant Carles de la Ràpita, en Tarragona. Cuenta con seis kilómetros de longitud y está en la reserva del Parque Natural del Delta del Ebro. Una playa virgen con una arena y un mar completamente naturales y con aves acuáticas. Puedes llegar en coche hasta la entrada donde pone zona protegida; después tocará caminar, pero esta vez es un paseo más ligero.