Muchas personas solamente conocen Benicassim por el famosísimo FIB, el festival de música que se celebra en sus playas a principios de verano. Por eso, quitarse la etiqueta de destino fiestero para jóvenes no es fácil para esta localidad valenciana.
Sin embargo, existen muchos otros lugares tranquilos para las personas que desean unas vacaciones tradicionales para descansar y desconectar en un destino mediterráneo de playa. Sin ir más lejos, la playa de Voramar es un perfecto lugar para disfrutar de un ambiente tranquilo sin renunciar a una buena oferta de servicios que te satisfaga.
Esta larguísima playa de 1.000 metros de arena dorada y gravilla está bañada en la orilla por unas tranquilas aguas cristalinas con una temperatura media de unos 17º. Todo esto, sumado al apacible clima y a la cálida brisa mediterránea que acaricia tu cuerpo no necesitarás pedir nada más a tus vacaciones.
Sin embargo, esta playa de Castellón sí que está dispuesta a ofrecerte mucho más: restaurantes, alojamientos (hoteles, hostales y campings), tiendas y toda clase de servicios se emplazan en el paseo marítimo frente a la playa o en sus alrededores para que puedas cubrir todas tus necesidades tal y como harías en casa.
La playa también dispone de todos los equipamientos para la seguridad y el confort, incluidos baños, pasarelas, lavapiés, zonas para el deporte y los juegos, teléfonos, parkings y seguridad durante los meses de verano, entre muchas otras cosas.
El entorno también es precioso gracias al paisaje residencial de la zona, con unas magníficas vistas de las villas de principios del siglo XX. Si consigues despegarte de la playa no olvides de darte un paseo por sus alrededores, ¡merece la pena!
Sus excelentes condiciones para el turismo han hecho que esta playa sea reconocida con la prestigiosa Bandera Azul que otorga la Unión Europea a las mejores playas no sólo de Europa sino de todo el mundo.