Que el Caribe sea el destino de luna de miel por excelencia de los enamorados no es casualidad, y es que cuando buscamos un lugar idílico en el que pasar unos días de relax y desconexión nuestra mente viaje inevitablemente hacia cualquiera de sus preciosas playas.
La República Dominicana es uno de los destinos más habituales y es que esta isla que comparte el país junto con Haití tiene algunas de las costas más hermosas y ambientadas del mundo.
Fina arena blanca, cristalinas aguas color turquesa y un verdísimo entorno natural de altas palmeras parecen la mejor garantía de éxito para visitar el país, pero, ¿a dónde dirigirnos para descubrir el paraíso?
Playa Bávaro y Punta Cana son sin duda los destinos más populares de la zona, no solamente porque ofrecen un envidiable paisaje natural sino también porque disponen de unos equipamientos y servicios que incluyen un montón de resorts y complejos hoteleros de lujo.
Cerca de Río San Juan encontramos una de las playas más grandes y hermosas del norte y de todo el país: Playa Grande. Se trata de un extenso litoral de arena dorada de varios kilómetros de longitud rodeada por altas palmeras así como por algunos bares, restaurantes y resorts de alta categoría.
En Samana encontramos las famosas playas de Cayo Levantado, la Playa Grande y la playa Honda. Ambas poseen unas condiciones naturales excepcionales y poseen un verde entorno en el que las palmeras, como tú mismo, se inclinan para reposar sobre la fina arena de la playa.
Con más de 11 kilómetros de longitud, el pueblecito de pescadores de Bayahíbe se ha convertido en un destino alternativo muy popular en la zona gracias a su curiosa vegetación tropical seca donde predominan los cactus y a su cercanía con la bellísima Isla Saona.
Con esta queríamos zanjar el artículo, y es que sus 130 km2 albergan un auténtico tesoro natural que no te puedes perder: Playas vírgenes, una preciosa laguna conocida como ‘la perla caribeña’ y montón de especies de aves y animales.