Con forma de concha y aguas cristalinas, la playa de Cadavedo, también conocida como La Ribeirona, tiene más de 400 metros de longitud y casi 53.000 metros cuadrados de superficie cuando la marea está baja. Se ubica en la parte oriental de la costa de Valdés, cerca del límite con Cudillero. Un lugar muy adecuado para bucear, pescar y disfrutar de maravillosos baños. ¿No te están dando ganas de conocerla? Pues te contamos mucho más sobre ella, una de las playas que forman parte del paisaje protegido de la costa occidental de Asturias, a continuación.
Formaciones rocosas
La playa de Cadavedo, en Valdés, destaca por sus maravillosas formaciones rocosas arboladas que la rodean y por sus aguas muy transparentes. Como decíamos, todo ello hace que sea una playa muy apropiada para practicar buceo y pesca deportiva. Es de arena oscura y cantos y se encuentra a dos kilómetros del municipio que la da nombre. Desde los cabos de Vidio y Busto se puede disfrutar de la panorámica más bella de este lugar, con la arquitectura propia de este litoral con sus cuevas marinas y sus formas muy atractivas. La playa de Cadavedo tiene desembocadura fluvial y en verano suele estar bastante concurrida pues se llega con facilidad y es un sitio idóneo para disfrutar con toda la familia.
Cómo llegar
Saliendo de Cadavedo y siguiendo la N-632 es posible llegar a esta playa. Cuando la carretera marca la ermita de Regalina se coge el camino de la derecha, que da a parar a la playa tras un kilómetro y medio. Tiene zona de aparcamiento, equipamiento y servicios como, por ejemplo, duchas, restaurantes, puesto de vigilancia, zona de picnic y limpieza. Cerca de esta playa es posible adentrarse en calas más íntimas y muy bellas, como El Churín y Tablizo o L’Abiera, con accesos algo más complicados pero que merece la pena contemplar.