Hoy es uno de esos días en los que en Playas Calas os traemos uno de esos curiosos lugares que podrían considerarse como playas sin cumplir al 100% los requisitos que supone esta definición.
Se trata de la isla de Ometepe, en Nicaragua, una formación volcánica curiosamente ubicada en el centro de un enorme lago de agua dulce… no te sorprendas, ¡ya habíamos advertido que se sale de lo habitual!
Enclavada en pleno lago de Nicaragua al que los conquistadores españoles bautizaron como el ‘mar de agua dulce’ por su enorme tamaño, esta isla cuenta con nada menos que 276 kilómetros cuadrados y está compuesta por la unión de dos grandes volcanes unidos por un istmo.
Son precisamente sus volcanes, su naturaleza arqueológica, sus paisajes y su tranquilo ambiente lo que la hacen un destino inolvidable, pero también lo son las magníficas playas casi vírgenes que ofrece la isla.
En este sentido, Ometepe cuenta con diversos microclimas y con una buena variedad de playas volcánicas de arena oscura y grisácea que, lejos de hacernos añorar las del Caribe, nos harán disfrutar de los mejores momentos de relax de nuestras vidas. Además de su espectacular entorno, en sus playas tendrás también la ventaja de no padecer por las fuertes olas o corrientes así como de no tener que ducharte para quitar la sal del cuerpo después de cada baño.
De entre todas sus playas puede que la más popular sea la de Santo Domingo, un litoral grisáceo de casi 4 kilómetros de longitud rodeado por hermosa naturaleza y con unas vistas preciosas sobre el volcán.
A pesar de que sus gentes ayudan a mantener la zona en perfecto estado, el auge del turismo ha conllevado que irremediablemente cada vez sean más las infraestructuras turísticas para atenderles.