No hace falta que te vayas muy lejos para descubrir playas increíbles. Dentro de nuestras fronteras puedes encontrar rincones mágicos donde disfrutar de la tranquilidad y el relax que tanto necesitas. Hoy vamos a trasladarnos al Cantábrico, donde se encuentran algunos de los lugares más bonitos de la geografía española. En Asturias, más concretamente en Cudillero, se encuentra la Playa del Silencio que, como indica su nombre, es un paraje que podríamos denominar mudo.
Sus espectaculares acantilados se cierran sobre sí mismos convirtiendo el oleaje en un sutil susurro. La Playa del Silencio tiene forma de concha y una longitud que no supera los 500 metros, aunque se trata de medio kilómetro lleno de encantos, donde se combinan los acantilados protectores; los islotes dispersos en la orilla; la arena dorada y fina; los cantos rodados y la calidad y el especial color de sus aguas.
El principal atractivo de esta playa asturiana es su conservación. Por tanto, si tienes la suerte de visitar este rincón de Cudillero tendrás que respetar completamente el medioambiente. Gracias a su virginidad paisajística se le ha reconocido el título de espacio protegido dentro de la costa occidental del Principado.
Las aguas de La Playa del Silencio están siempre en calma, por lo que bucear en ellas es todo un placer. Sus aguas están casi siempre en calma y bucear en ellas es un pequeño lujo. La vida en estos fondos es la característica del Cantábrico: una gran cantidad de mejillones y percebes en las rocas de los canales, bosquetes de laminarias, lábridos como el merlo o la maragota, sargos, congrios y escórporas. Si te sumerges, también podrás encontrar alguna lubina.
Para acceder a esta maravillosa playa tendrás que dejar el coche en las inmediaciones del pueblo de Castañeras y descender por unas empinadas escaleras.