Cuando pensamos en las Canarias como destino de vacaciones rara vez nos planteamos viajar a La Gomera. Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote son islas de mayor superficie que reciben a más turistas, así que podríamos decir que está a la altura de El Hierro y La Palma en cuanto a popularidad.
A pesar de los pesares, tengo que decir que quienes descartan la Gomera se pierden playas preciosas, como por ejemplo las que recomiendo en este artículo. Es verdad que no son de arena fina y aguas turquesa como las del Caribe, pero te puedo asegurar que merece la pena disfrutar de la magia que las envuelve.
Playa de Valle Gran Rey
Valle Gran Rey es uno de los municipios más importantes de La Gomera, ya que es el segundo más poblado de toda la isla con algo menos de 5.000 habitantes. Está situado al oeste y alberga algunas de las mejores playas del lugar, puesto que allí están la Playa del Inglés, de la que te hablaré más adelante, y La Caleta, que podría estar perfectamente en esta lista.
Playa de Vallehermoso
Esta es otra playa que hay que marcar en fluorescente. Está a 3 kilómetros del centro de Vallehermoso y tiene unos 200 metros de longitud por 20 de ancho. A pesar de que es una de las mejores por motivos obvios, hay que tener cuidado con el oleaje, que suele ser bastante fuerte durante gran parte del año.
Playa de San Sebastián
En San Sebastián de La Gomera, que es el municipio más poblado de la isla, están las mejores playas nudistas sin lugar a dudas. La zona se divide en varias playas que merece la pena visitar, como por ejemplo Playa Tapahuga y Chinguarime. Si lo que buscas es practicar nudismo, entonces dirígete a Playa del Cabrito.
Playa del Inglés
Acabo hablando de la Playa del Inglés, que en mi humilde opinión es la mejor de todas las que hay en La Gomera. ¿Por qué? Porque el paisaje es muy bonito, ya que por el camino te vas encontrando cactus y otras plantas con flores que no pasan desapercibidas. Además, es una playa tranquila debido a su localización, si bien es cierto que esa tranquilidad parece quebrarse cuando el viento sopla con fuerza y el mar se vuelve bravo.
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