Seguramente te será difícil acceder a ella, pues no se encuentra a primera vista y no tiene un camino fácil precisamente. La playa de las Gaviotas es una playa aislada al noreste de la isla de Tenerife, cerca de la capital, a la cual sólo se puede llegar en coche o con un viajecito en la ‘guagua’ (así es como se llama en las islas a los autobuses) que te dejará a un kilómetro de la playa.
Lo primero que te sorprenderá de esta playa es su arena, de un color oscuro que hace que a menudo se conozca a las de este tipo como playas de ‘arena negra’. Si eres de la península tampoco encontrarás habitual la extraña falta de vegetación de la zona, en la que se aprecia un entorno seco y árido te costará encontrar algún brote verde.
A diferencia de muchas playas canarias en las que se aprovecha el oleaje para practicar el surf, en esta playa la mar está relativamente en calma, sin corrientes demasiado fuertes por las que debas temer. Sin embargo, la rápida marea te dará más de una sorpresita, y es posible que encuentres tu toalla flotando sobre el agua, mojada y cubierta de arena negra.
Si vas a pasar el día a esta playa volcánica te recomendamos que, si no llevas un buen bocadillo preparado en casa, te pases por el ‘casa Charly’, el único chiringuito de la playa en el que sirven ricos platos canarios a precios bastante razonables.
Y para que vayas preparado, debemos darte una advertencia: si vas a Las Gaviotas, prepárate a dejar atrás tu pudor, ¡porque se trata de una playa nudista! No te preocupes si eres tímido, que también podrás disfrutar de esta playa bien cubierto con tu bañador.