La playa de Gulpiyuri, situada en Llanes (Asturias), es una auténtica reliquia que tenemos que conservar. Su ubicación es un tanto extraña, porque está un poco retrasada con respecto al borde costero, lo que hace que esté formada principalmente por arenas cuarzosas. Es una dolina inundada e incrustada en una plataforma cárstica, aislada de la inmensidad del mar. Eso sí, conecta con este a través de una caverna, por lo que la acción del oleaje se hace patente en todo momento.
Aunque pueda parecer que no, acceder a la playa de Gulpiyuri es muy fácil. Por la Autovía del Cantábrico se puede llegar, saliendo en Naves y haciendo un camino hacia la costa que tampoco es muy enrevesado que digamos. Yendo hacia allí encontraréis un desvío hacia el Monumento Natural Playa de Gulpiyuri.
Yo sinceramente os la recomiendo a todos aquellos que viajéis a Asturias. Es interesante tanto a nivel geológico como paisajístico. Su peculiar situación hace que en ocasiones parezca una piscina de agua salada. Tiene una longitud de apenas 40 metros y suele ser visitada por muy poca gente, por lo que no suele haber problema alguna para bañarse. No hay aparcamiento y tampoco socorristas, aunque por suerte no es un lugar peligroso para ir con los niños.