En la zona del Cabo de Gata almeriense hay muchísimas playas llenas de encanto, que no tienen nada que ver con las de otras zonas atestadas de turistas y sin apenas un metro cuadrado en el que colocar la toalla. Por el contrario, la mayoría son playas y calas prácticamente salvajes, como las que os voy a mostrar en esta ocasión.
En la localidad de la Isleta del Moro hay una hermosa playa que recibe el nombre de Playa del Peñón Blanco (aunque también se la conoce como Playa de la Isleta). Y muy cerca de ella hay también una bella cala, perfecta para amantes del nudismo pero también para quienes quieran acudir con su bañador o bikini en buena armonía.
Playa del Peñón Blanco
La playa se encuentra en uno de los laterales de la localidad. Su gran belleza y su entorno la hacen muy adecuada para los amantes de la naturaleza, y más aún de quienes gustan de admirar las formaciones rocosas creadas por la erosión de los elementos y el vulcanismo. La playa tiene unos 250 metros de longitud, y una de sus características más encantadoras es la presencia de los barquitos que hoy día aún salen a faenar, igual que hace décadas. De hecho, la Isleta del Moro conserva también ese encanto pesquero y marino que tanto se echa de menos en otros lugares más turísticos.
Cala del Toro
Si lo que queremos es practicar el nudismo con toda tranquilidad, o simplemente buscar un lugar escondido y tranquilo en el que alejarnos de todo, entonces muy cerca de la Playa del Peñón Blanco encontraremos una pequeña cala donde se respiran armonía y tranquilidad. Es la Cala del Toro, situada a unos dos kilómetros pasando el pueblo. Para llegar a ella hay que ascender una cuesta, y tras unos diez minutos de caminata atravesando una arboleda avistaremos la cala. Con piso de cantos y arena, es bastante solitaria: es buena idea llevarse además una tumbona o colchoneta para evitar que los cantos nos molesten, e internarse en el agua con unas clásicas “cangrejeras”. El que avisa…