Hace poco publiqué en Playas Calas un artículo sobre tres preciosas playas situadas en la costa de Brasil, concretamente en Porto de Galinhas. La verdad es que se trata de un país tan enorme, variado y fascinante, que solo con tres playas parece que nos quedamos con las ganas… Así que hoy vamos a ver otras dos, tan bellas como las del post anterior o incluso más.
Situadas en la costa del norte de Natal (lugar famoso en todo el mundo por las posibilidades que ofrece para el submarinismo), las playas de Genipabú y de Maracajú ofrecen al visitante lugares increíbles: gigantescas dunas y piscinas naturales.
Playa de Genipabu
La Playa de Genipabu está a unos veinticinco kilómetros de Natal y, como os comentaba, sus altísimas dunas son su característica más especial. En la primera foto y en la que está sobre estas líneas tenéis buenos ejemplos de su espectacularidad. Una de las actividades más atractivas que es posible hacer en esta playa (aparte, por supuesto, de tomar el sol y bañarse) es recorrer las dunas en dromedario o camello: una experiencia de lo más “africana”… Pero en pleno Cono Sur. También es posible contratar excursiones en buggy por el Parque Natural, o recorridos en barco que llevan a las playas de Pitangui y Graçandu.
Playa de Maracajú
Y de la arena, al agua. La Playa de Maracajú, una de las más alejadas de Natal (se encuentra a cincuenta y cinco kilómetros de la ciudad) es famosa por sus piscinas naturales, formadas por arrecifes de coral y que permiten bucear con el tubo y las gafas, disfrutando de todo un espectáculo. Es como nadar en un enorme acuario de aguas cristalinas… Las piscinas están a unos seis kilómetros de la costa y para llegar a ellas hay que apuntarse a un recorrido en lancha o catamarán. La playa se encuentra en el municipio de Maxaraguape, y además del baño en sus piscinas también ofrece rincones paradisíacos para la relajación, de arenas doradas y cimbreantes palmeras.