A muchas personas les suena el bello nombre de Surinam, pero he comprobado recientemente que también les cuesta ubicarlo en un mapa. No es de extrañar, ya que se trata de un país muy joven que logró su independencia en el año 1973. Anteriormente era conocido como Guayana Holandesa y se encuentra en el norte del Cono Sur, limitando con la Guayana Francesa al este, con Guyana al oeste y con Brasil al sur.
Esto significa que en su zona norte linda con el Océano Atlántico, y en sus costas hay playas maravillosas que muchos no saben ni que existen. Como por ejemplo, las que os enseño en este post.
En compañía de tortugas
La Reserva Natural Galibi es un lugar maravilloso en el que parece no pasar el tiempo. Sus playas, además de ser paradisíacas, tienen unos habitantes muy particulares: las tortugas, que se encuentran protegidas por el estatus de reserva natural de la zona. Las playas se encuentran en la desembocadura del río Marowjine, haciendo frontera con la Guayana Francesa. Son playas de arena muy fina y dorada, y aguas transparentes. La presencia de los cocoteros hace de ellas verdaderas playas de postal.
Lagos, vegetación y aves migratorias
Las tortugas que frecuentan la playa y acuden a ella a desovar son tortugas marítimas, leatherback y de Olive Ridley; este lugar es uno de los pocos del hemisferio occidental donde anida este último quelonio. La playa, además, forma parte de un fantástico escenario natural: en su zona interior tiene una región lacustre con sus propias playas, plagada de una vegetación tipo manglar de espectacular frondosidad. También es un punto clave para los amantes de la ornitología al concentrar una enorme diversidad de aves migratorias. Así que si estáis buscando una playa muy especial en la que nadar, descansar y al mismo tiempo, contemplar a la fauna salvaje en plena libertad, no dejéis de visitar las playas de Galibi en Surinam.