Hace unos meses te hablé de las playas más recomendables del sur de Cerdeña y hoy toca hacer lo propio con las del norte, que como podrás comprobar no tienen desperdicio. Esta isla italiana es preciosa la mires por donde la mires, así que no es de extrañar que más de uno tenga dudas a la hora de elegir alojamiento, ya que lo más apropiado tal vez sea trazar una ruta para recorrerla de arriba abajo en unos 10 o 15 días.
La Pelosa (Stintino)
No podía empezar esta recopilación de playas sin mencionar La Pelosa. Es probablemente la mejor playa de toda Cerdeña, lo que explica por qué es casi imposible colocar la toalla cerca de la orilla si se llega a partir de las 9 o las 10 de la mañana. Hay que madrugar para presenciar el espectáculo de cerca: aguas de color turquesa y una curiosa torre de defensa a no demasiados metros de distancia.
Li Cossi (Gallura)
Está a unos 10 minutos andando desde el parking. Lo bueno es que el camino se hace muy ameno dejando a un lado el calor, ya que ofrece unas vistas muy bonitas y hacen que crezcan tus ganas por llegar hasta el arenal. Después, una vez colocada la toalla, todo son buenas noticias en Li Cossi. Sus aguas están muy limpias y tienes la sensación de estar en un rincón muy virgen gracias al bonito paisaje que la rodea.
Ezzi Mannu (Stintino)
También está en Stintino, así que podríamos decir que es la alternativa a La Pelosa, la playa a la que algunos deciden acudir huyendo del turismo de masas. Su larga franja de arena blanca siempre tiene algún hueco disponible con las dunas vigilando a los bañistas.
Porto Pollo (Palau)
Entre Palau y Santa Teres de Gallura encontramos esta playa que sorprende por su forma. Está cerca de la desembocadura de Liscia y podríamos definirla como una bahía turquesa que se conecta con la isla a través de una fina franja de arena. El hecho de que el viento llegue a soplar con mucha fuerza hace que sea una playa muy frecuentada por amantes del windsurf y el kitesurf.
Cala Corsara (La Maddalena)
Su nombre tiene una explicación. Dicen que allí se refugiaban muchos piratas, y la verdad es que no nos extraña porque es un lugar idóneo para desaparecer durante un tiempo. Su naturaleza salvaje y el contraste de colores (el verde de la vegetación y el azul turquesa del mar), hacen que sea todo un privilegio para la vista. Es una bahía del archipiélago de La Maddalena solo accesible por barca que cuenta con cuatro playas de ensueño. En todas ellas hay un denominador común muy apreciado: su arena blanca fina a más no poder.
Cala Coticcio (La Maddalena)
Es otra cala que hace justicia a lo que uno espera de Cerdeña. También está en La Maddalena y eso es garantía de éxito. Es una zona protegida con acantilados rosas y rojos que se mezclan con los arbustos de mancha mediterránea. Para llegar tendrás que recorrer a pie un camino de tierra empinado y con rocas. El esfuerzo vale la pena.
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