Playa de Rímini: 15 kilómetros de diversión

Las costas italianas están plagaditas de playas donde el azul del mar se funde con la arena más fina, los cuerpos más esculturales y (muy especialmente) una gran pasión por la fiesta. Esto es especialmente cierto en la playa de la cual voy a hablaros hoy: la Playa de Rímini, que se encuentra en la costa del Mar Adriático, a unos 320 kilómetros al sur de Venecia.

Esta larguísima y famosa playa es célebre en toda Europa por sus fiestas y su afluencia de juventud, que llenan de diversión los días (y sobre todo las noches) de la zona. De hecho, muchos de los que hacen el Interraíl suelen establecer una parada en Rímini para refrescarse en sus aguas, y de paso, disfrutar de fiesta ininterrumpida.

Diversión y ciudades históricas

Rímini es conocida como “la capital de la diversión playera de Italia”. Su longitud es mucha: quince kilómetros de arena fina, con un paseo marítimo jalonado de restaurantes, chiringuitos, discotecas, pubs y todo lo que podamos desear para darle alegría al cuerpo. Pero la fiesta no es lo único que se puede disfrutar en esta larga y hermosa playa: cerca de Rímini está Rávena, una ciudad célebre por sus mosaicos romanos, así como la República de San Marino. Dos visitas para no perderse.

Autobuses gratis a las discotecas

Las zonas indispensables para quienes busquen diversión nocturna en Rímini son Marina Centro, Lungomare Augusto y Viale Vespucci. Los arenales más alejados de la franja central de la costa son más familiares y tranquilos, perfectos para quienes quieran alejarse un poco del jaleo. Y si no os orientáis bien o no tenéis coche, no os preocupéis: para llegar a la zona de las grandes discotecas, situadas en las colinas al oeste de la ciudad, hay una línea de autobuses azules gratuitos que cubren la distancia que la separa de la playa.