Las islas más pequeñas son a menudo las más encantadoras, no sólo por su belleza virgen sino también por el relajante ambiente que se respira en cualquiera de sus rincones.
La pequeña isla de Tioman, en Malasia, es una de ellas. No obstante, con sólo 39 kilómetros de longitud de costa se ha convertido en uno de los destinos turísticos favoritos no sólo de todo el país sino también de todo el continente asiático.
Lo cierto es que esto no ha perjudicado del todo a Tioman, que mantiene casi tan vírgenes sus playas como hace décadas. No obstante, el entorno ha sufrido algunos cambios para favorecer al turismo, por lo que es relativamente fácil conseguir un buen alojamiento en la zona.
Las playas son sencillamente únicas, todas ellas con unas increíbles aguas cristalinas color turquesa en el horizonte y una finísima arena blanquecina (a excepción de alguna) que inevitablemente hace recordar esas imágenes que tanto hemos visto en láminas y posters.
Categorizado como parque marino protegido, la isla es un lugar perfecto para los amantes del buceo y del snorkelling, y es que los arrecifes de coral se encuentran tan cerca de la costa que te permitirán descubrir el increíble fondo marino de la zona en tan sólo unos minutos.
Tioman es puro exotismo, no solamente por sus increíbles playas sino también por el densísimo entorno de verde vegetación que cubre su entorno y sus altas montañas. Su increíble belleza ha hecho que el parque sea reconocido también como Reserva Natural protegida.
Algunas de las mejores playas para visitar son la de Jaura, Penuba o Kampung Salang, entre otras, playas que podrás conocer en realmente poco tiempo puesto que la pequeña extensión de la isla permite cruzarla en coche o bicicleta rápidamente. No obstante, para disfrutarla de verdad no dudes en pasar unos cuantos días en ella.