Si buscáis la península de Dingle en un mapa, la encontraréis al suroeste de Irlanda. De hecho, os daréis cuenta de que es el punto más al oeste del país. Pertenece al condado de Kerry y, debido a sus muchos alicientes, conviene que la tengáis en cuenta como futuro destino de vacaciones, porque seguro que os encantará.
Entre los muchos tesoros que esconde esta pequeña región (además de unos paisajes que impresionan por su belleza y de una gran cantidad de restos arqueológicos que esperan a que los descubráis), destaca su hermosa costa, escarpada a veces, y con bellas playas en otras zonas.
Una costa muy variada
La línea costera de la península de Dingle no es, en absoluto, regular. Más bien todo lo contrario. En ella se combinan suaves playas de arena con escarpados acantilados rocosos. Una variedad que no hace sino hacer aún más atractivo este destino del territorio irlandés.
Encontraréis playas maravillosas bañadas por las aguas cristalinas, algunas muy calmadas, al abrigo de las corrientes y los vientos. Otras se abren más al océano y os regalarán fuertes olas perfectas para practicar surf.
La playa de Inch, o Inch Beach, es una de las más bellas de la península de Dingle. Se encuentra en la zona sur de la península y tiene unos 4,5 kilómetros de longitud. Su fina arena la convierte en la playa perfecta para pasear.
Otros alicientes
Además de las playas, que podréis disfrutar de una forma tranquila ya que no están masificadas, en la zona se puede practicar senderismo. Disponéis de rutas de larga distancia, como Dingle Way o Ferry Way, que están claramente señalizadas.
El pueblo de Dingle tiene unos 2.000 habitantes, y resulta bastante acogedor. Aunque no es demasiado grande, es divertido y hay animación. En él encontraréis pintorescas casas de colores, pubs, restaurantes y un montón de posibilidades para alojaros, por lo que tomarlo como campamento base es una buena idea para conocer la zona en profundidad.
Foto: Pedelecs