No es una playa paradisíaca al uso, tal y como nos las imaginamos en nuestra mente. No tiene palmeras caribeñas ni grandes resorts de lujo. Sin embargo, es una de las playas más bonitas y, sobre todo recónditas del planeta.
La he elegido para hablaros de ella en el post de hoy precisamente por esa cualidad suya de ser casi una playa secreta. Y, aunque el turismo también ha llegado hasta ella, aún está a salvo de la masificación, esperemos que por mucho tiempo. Os presento la playa de Sidi R’bat, situada al suroeste de Marruecos, entre Agadir y Tiznit, en pleno Parque Nacional de Souss Massa.
Un secreto muy bien guardado
Está a unos 40 kilómetros de la ciudad de Agadir, en un paraje de gran belleza que aún conserva casi intacto su entorno y su naturaleza. De hecho, en los 90 kilómetros de costa que separan Agadir y Tiznit hay poquísimos hoteles en los que alojarse, lo que ha preservado la zona del turismo masivo.
Sidi R’bat es, por tanto, una playa casi virgen de unos 8 kilómetros de extensión, enclavada en un entorno en el que apenas hay huellas de la acción del hombre, más allá de algunas casas de pescadores y poco más. En este punto el Atlántico es salvaje y agitado, y conforma un paisaje de ensueño.
Naturaleza casi virgen
La playa está incluida en el Parque Nacional Souss Massa, catalogado como tal desde 1980. Más de 720 kilómetros cuadrados de terreno virgen cuyo paisaje está definido por una inmensa llanura costera, compuesta por dunas y con dos estuarios (Oued Massa y Souss).
En el interior del parque está la Reserva Biológica de Oued Massa, y también podréis encontrar una laguna en la que habitan muchas especies de aves, ibis, patos, flamencos rosas y gacelas.