Argentina es un lugar de ambiente permanente, eso es algo que cualquiera sabría sin necesidad de haber visitado la ciudad. Sin embargo, en pocos lugares encontrarás tantísima actividad las 24 horas como en la playa de Bristol, situada en la ciudad de Mar de Plata.
Se trata de una costa de arena dorada que se prolonga por más de 2 kilómetros de ancho y 100 metros de ancho. Sin embargo, lo que podría parecer una enorme costa en la que poder estar a tus anchas es en realidad uno de los lugares más turísticos de todo el país, por lo que las aglomeraciones pueden dificultar que disfrutes de una tranquila jornada playera.
De hecho, esta playa urbana puede encontrarse en las fechas más solicitadas del verano abarrotada, tan sumamente masificada como su propio entorno lo está…
A propósito del entorno, lo cierto es que a pesar del coqueto paseo marítimo la ciudad no es más que un inmenso conjunto de enormes edificios que, a pesar de formar parte de la estética ya intrínseca del lugar, a mi gusto lo que hacen es estropear lo que podría ser una bella ciudad costera… Como se suele decir, ¡para gustos los colores!
Sin embargo, ya no puede entenderse la Bahía de Bristol sin los edificios, la cantidad de bares, restaurantes y comercios o sin las miles de personas que se aglomeran en las playas en busca de su pequeña porción de relax.
Pero la de Bristol es algo más allá que una simple playa turística argentina, y es que detrás de todo su artificial entorno existe una larga historia que contar, que se remonta nada más y nada menos que al siglo XIX. ¡Atrévete a descubrirla el próximo verano!