En una ciudad como Lagoa, que está situada al sur de Portugal y cuenta con poco más de 6.000 habitantes, están acostumbrados a recibir turistas que llegan cada verano con ganas de darse un chapuzón en Praia do Carvelho, que sin duda alguna es una de las playas únicas del Algarve.
Está bañada por el océano Atlántico y eso hace que sea más fría que las del mar Mediterráneo, pero a pesar de ello podríamos decir que la temperatura acompaña lo suficiente como para que eso no sea un inconveniente.
Una playa tranquila en todos los sentidos
Praia do Carvalho es una playa muy tranquila en la que podrás bañarte disfrutando de sus aguas limpias y cristalinas. Para llegar hasta ella tendrás que atravesar un túnel artificial que fue cavado en las rocas, algo que agradecerás porque durante el recorrido verás varios fósiles que empezarán a despertar tu interés por este pequeño paraíso de la costa portuguesa.
Al llegar a la playa te das cuenta de que está resguardada por acantilados, algo que no debería sorprenderte si no es la primera playa que visitas en el Algarve, ya que es la tónica dominante.
Tiene forma de «V» y eso es toda una ventaja, ya que te sientes protegido del viento e incluso puedes llegar a cobijarte en una sombra si te has cansado de tomar el sol y no quieres utilizar sombrilla. Eso sí, se recomienda no estar justo debajo de donde terminan los acantilados, ya que existe la posibilidad de que alguna roca se desprenda.
Que Praia do Carvalho sea un lugar idóneo para relajarse tiene mucho que ver con su ubicación, ya que no está en el típico lugar donde se han construido hoteles y resorts a escasos metros de la playa. Eso sí, hay que decir que es una playa cada vez más popular y eso hace que la afluencia de turistas no deje de crecer año tras año, aunque en ningún caso sentirás sensación de agobio.
La ventana al paraíso
Si quieres contemplar unas vistas privilegiadas de este arenal, te recomiendo subir hasta una roca que contiene una especie de ventana que se ha creado gracias a la erosión de cientos de años. Puede ser la mejor forma de empezar una jornada en Praia do Carvalho, o tal vez la mejor forma de acabar si no se ha hecho demasiado tarde.
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