En realidad, este fantástico lugar no debería llamarse el Lago Azul (Blue Lagoon) sino el lago verde, por la tonalidad de sus aguas. Este color lo solemos asociar más bien con mares caribeños o mediterráneos, pero en este caso nos hemos desplazado mucho más al norte; concretamente a Gales, donde se encuentra el Lago Azul de Abereiddi.
Aunque no es exactamente una playa (pero sí hay una muy cerca), este sitio es de una belleza muy especial y además, es el preferido por muchos para bañarse. Y no solo para bañarse: sus veinticinco metros de profundidad en su punto más hondo lo convierten en el enclave idóneo para practicar las zambullidas más vertiginosas.
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