Si por algo es famosa Nueva Zelanda es, sin lugar a dudas, por la increíble belleza de sus paisajes naturales. Todo un regalo para la vista.
Aunque en realidad, el país es una enorme postal turística de ensueño, donde podemos encontrar algunos de los escenarios vacacionales más maravillosos del mundo. Escenarios tan idílicos y sorprendentes como la playa Koekohe Beach, muy famosa por sus enormes rocas con forma de pelota.
Unas rocas esféricas con mucha historia
Todos los turistas que se acercan hasta este mágico rincón de Nueva Zelanda vuelven encantados con la visita. Un pequeño paraíso que es muy famoso en todos los rincones del planeta, porque estas inconfundibles rocas esféricas.
La realidad es que la erosión producida por el agua que baña estas costas es la responsable de esculpir estas maravillosas formaciones rocosas, tan esféricas como perfectas. Sin embargo, si preguntamos a los lugareños podemos obtener otras explicaciones muy diferentes.
Los cantos rodados de Moeraki, como se conocen también a estas formaciones rocosas, han dado origen a todo tipo de leyendas e historias.
Deportes de aventura
Un destino donde, por cierto, también puedes practicar todo tipo de deportes y actividades acuáticas, tanto para los amantes de los deportes extremos como para los turistas que viajan en familia y buscan algo más tranquilo.
Una playa que en los últimos años ha adquirido mucha popularidad entre turistas de medio mundo. Además de su belleza única, la tranquilidad de su paisaje y los deportes extremos que se pueden practicar en estas aguas, Nueva Zelanda también nos enamora por otros muchos motivos. ¿Por ejemplo? Su cultura, su gastronomía, su estilo de vida, sus tradiciones…
Sobran las excusas para visitar Nueva Zelanda y los cantos rodados de Moeraki. Unas piedras esféricas casi perfectas, con una circunferencia de unos 4 metros, que están dispersas a lo largo de los 50 metros que abarca la playa.
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