En PlayasCalas hemos hablado alguna vez sobre las playas de Chile, y más concretamente, sobre la magnífica playa de Anakena, en la Isla de Pascua. Pero esta mítica isla también alberga otra hermosa playa, más desconocida y llena de belleza salvaje. Se trata de la playa de Ovahe, cuya arena rosada y escarpadas laderas le han ganado el título de “rincón secreto”, en una isla donde el paisaje se funde con la mitología encarnada por los moais…
Así, si tenéis la suerte de viajar a Rapa Nui, no os quedéis tan solo admirando la belleza de Anakena. Alquilad un coche y acercaros a disfrutar de la soledad y el brillo rosado de la playa de Ovahe: no os arrepentiréis.
Pequeña y salvaje
Ovahe es una playa pequeña y completamente salvaje. Hay quien no la aprecia lo suficiente, ya que sus orillas están sembradas de rocas que no la convierten precisamente en el mejor lugar para nadar… Pero su belleza es indudable, como podéis ver en las fotos y en el vídeo. La playa está rodeada de acantilados de origen volcánico, y una de las cosas que más pueden atraer a los amantes de la naturaleza es que por lo general está completamente desierta.
Un camino y una cueva
Ovahe se encuentra al sudeste de la mencionada playa de Anakena, en un paraje algo alejado de los puntos más turísticos de la Isla de Pascua. En uno de los extremos de la playa hay un sendero rocoso que asciende por el acantilado y permite obtener las mejores vistas de la playa. Y si camináis por la arena, podréis divisar una pequeña cueva en el acantilado, a unos 3-4 metros de altura; hay un pequeño tramo escarpado que permite subir a ella y sentarse en su entrada a contemplar el magnífico océano Pacífico. Las palmeras que adornan el borde de la playa terminan de rematar un paisaje impresionante, salvaje y casi secreto.