Nadie puede negar que ir a la playa puede convertirse en un buen plan para enamorados. Lo es de buena mañana porque disfrutas del baño y del relax que te brinda el sol rozando tu piel mientras descansas tumbado en la toalla, pero también lo es cuando el sol empieza a ponerse, ya que las vistas que se dibujan no pueden ser más idílicas.
En este artículo te hablaré de cinco playas que en mi opinión son muy apropiadas para parejas que quieren compartir una puesta de sol de lo más romántica. No son las únicas que hay, desde luego, pero todas ellas destacan especialmente por eso.
Caños de Meca (Cádiz)
Si Caños de Meca es ya de por sí una playa de 10, espérate a ver lo que pasa cuando el sol se va despidiendo de todos nosotros en las tardes de verano. Poco a poco se va perdiendo tras el Faro de Trafalgar, por lo que la estampa es sencillamente espectacular, de las que merece la pena presenciar en buena compañía.
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Cala d’Hort (Ibiza)
Si has estado en Cala d’Hort, sabrás que es una de las mejores playas de Ibiza por el paisaje que la rodea. Además, a no demasiados metros de la orilla está el islote de Es Vedrá, una joya de la naturaleza perteneciente al Parque Natural de Es Vedrá que aporta mucha magia. Las vistas desde el Café del Mar o la playa de Benirràs también son increíbles.
Playa de las Catedrales (Ribadeo)
En el norte de España también hay playas para enamorar a los enamorados, valga la redundancia. Una de las más destacadas es la de Ribadeo, que por cierto no solo es preciosa por sus atardeceres, sino que te encandila a cualquier hora del día por sus acantilados. A última hora de la tarde los rayos de sol se cuelan entre sus rocas como si estuvieran jugando.
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Playa del Cotillo (Fuerteventura)
Es verdad que no es una de las mejores playas que hay en Fuerteventura para bañarse porque el viento puede soplar con fuerza, pero sería injusto decir que no merece una visita porque sus atardeceres son de traca. El sol se pierde a lo lejos mientras las olas rompen a escasos metros de la orilla, algo sin duda alguna muy relajante.
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Playa de Sopelana (Vizcaya)
En un entorno caracterizado por los acantilados de gran altura que rodean el mar, la guinda la pone el sol todas las tardes despidiéndose con su tono característico para relajarnos una de esas imágenes que no se olvidan. Tiene un encanto especial y no es de extrañar que sea considerada como una de las más bonitas del País Vasco.
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