Italia, la bella Italia. ¿Cuántas razones necesitas para visitarla? Podría darte muchas, pero me voy a centrar en sus playas más espectaculares, que ya te digo yo que no tienen nada que envidiar a las de los países caribeños.
No ha sido fácil elegir 10 porque habría elegido 30 o 40, pero espero que esta recopilación te sirva para elaborar una ruta que deberías completar para poder decir que has estado en las mejores playas del país transalpino.
Cala Pulcino (Lampedusa)
Empiezo hablando de Cala Pulcino, un rincón paradisíaco situado en Lampedusa. Aunque hay que recorrer un camino un tanto complicado y exigente durante una media hora, merece la pena hacer un esfuerzo para llegar hasta allí y bañarse en sus aguas turquesa. Además, al no ser una playa de difícil acceso es muy probable que no tengas demasiada compañía, algo que agradecerás si buscabas un refugio de tranquilidad.
Marasusa (Calabria)
En Calabria, al sur de la famosa bota con la que identificamos a la geografía italiana, está la playa de Marasusa, concretamente en un pueblo llamado Tropea. A nadie le extraña que haya sido bautizada como La Costa degli Dei (La Costa de los Dioses), ya que enseguida te ves envuelto de agua cristalina y arena blanca con unos impresionantes acantilados contemplando la escena.
Cala Goloritzè (Cerdeña)
Quienes la visitan suelen decir que es la mejor playa de Cerdeña. Lo malo es que no son demasiadas las personas que deciden incluir Cala Goloritzè en su ruta, ya que es una playa de difícil acceso, con un desnivel que hace que tardes una hora y media en subir y una hora en bajar. Eso sí, la recompensa es tremenda: el Mediterráneo a tus pies en un pequeño espacio del que no te querrás marchar. Podrás bañarte con la tranquilidad de que los barcos grandes no pueden acercarse a menos de 300 metros de la orilla y también podrás contemplar su maravilloso pináculo de 143 metros de altura.
La Pelosa (Cerdeña)
Tengo la sensación de que empiezo a ser pesado recomendando la playa de La Pelosa, pero es que es una de las más bonitas que he visto en mi vida. Eso sí, la visité en agosto y me costó una barbaridad encontrar un hueco relativamente cerca de la orilla. Todo el mundo sabe que es de las más bonitas de Europa y eso ha disparado su popularidad. El boca a boca funciona.
Spiaggia dei Conigli (Lampedusa)
Vuelvo a Lampedusa, pero esta vez para hablar de Spiaggia dei Conigli (Playa de los Conejos). ¿Por qué ese nombre? Porque está justo enfrente de un islote llamado Isola dei Conigli, que a su vez se llama así por alguna razón. La más extendida dice que es por la palabra árabe «rabit», que significa «unión», «conexión». La otra, algo menos creíble, se remonta a tiempos pasados, cuando una colonia de conejos llegó al islote y éste se separó del continente tras desaparecer el puente que los unía. Los conejos se reprodujeron a gran velocidad y ninguno pudo salir del islote, por lo que no tardó en llenarse de conejos.
Chiaia di Luna (Ponza)
No es la típica playa de aguas turquesa que puedes encontrar en Cerdeña. Está en Ponza, que es la isla más grande del archipiélago Pontine, y su estampa es bien distinta. Chiaia di Luna está presidida por una enorme pared blanca que impresiona a cualquiera. Hasta ella podrás llegar desde el mar o recorriendo un curioso túnel subterráneo que fue cavado en la época de los romanos.
Spiaggia di Sansone (Elba)
En la isla de Elba todas las miradas dirigen hacia Spiaggia di Sansone, de la que te sorprenderá la limpieza de sus aguas cristalinas, que por otra parte son un reclamo para la práctica del snorkel. Por eso te recomiendo que vayas bien equipado para ver el fondo marino del lugar, que está repleto de peces.
Scala dei Turchi (Sicilia)
Scala dei Turchi (La Escalera de los Turcos) es una playa muy especial. Lo es porque, como su propio nombre indica, el viento y el agua han sido capaces de moldear una de sus enormes rocas para que parezca una escalera a la que muchos turistas acuden para tomar el sol y contemplar unas vistas espectaculares. Desde lo más alto del acantilado puedes imaginarte a los piratas sarracenos y árabes protegiendo sus embarcaciones para no ser descubiertos.
Tonnarella dell’Uzzo (Sicilia)
En Sicilia también está Tonnarella dell’Uzzo, una playa a la que te recomiendo acudir si lo que buscas es bañarte en un rincón atípico. Está en la Reserva Natural de Zingaro, a solo 15 minutos de un lugar tan turístico como San Vito Lo Capo. Sus aguas son cristalinas, es fácil acceder a ella y lo tendrás todo de cara para disfrutar de una refrescante jornada de snorkel. Eso sí, lleva comida y bebida porque no encontrarás ningún chiringuito cerca.
Porto Giunco (Cerdeña)
Nada más llegar a Porto Giunco te das cuenta de que estás ante una playa paradisíaca. Está en Villasimius, al sur de Cerdeña, y no solo es muy recomendable para la práctica del snorkel y el buceo, sino que también es habitual ver a algún que otro amante del surf. Además, debes saber que muy cerca hay un lago con flamencos.